• La gestión enfermera y la estrategia son dos componentes que van íntimamente ligados, además de ser responsables de buena parte de los resultados que finalmente se obtienen. Así liderar el proceso estratégico del producto enfermero, se convierte en un factor imprescindible en las organizaciones sanitarias con vocación de guiar el camino de sus poblaciones de referencia.

  • Es abundante la bibliografía que identifica a los gestores enfermeros como responsables de realizar una transformación del sistema sanitario orientada a garantizar la calidad de atención al paciente. Por otra parte, es numerosa también la bibliografía que se pregunta sobre la adecuación de los gestores enfermeros a los puestos que ocupan (Cummings et al, 2010).

    Por tanto, parece interesante reflexionar sobre los factores que influyen en el adecuado rendimiento de los equipos de enfermería y la obtención de objetivos adecuados. En este sentido, llevamos varias semanas en las que vamos analizando distintos aspectos que contribuyen a generar ambientes propicios para un adecuada realización del cuidado enfermero

  • Gestionar la crítica es un aspecto importante y con un amplio margen de mejora en las organizaciones sanitarias. Así cuando recibimos una crítica, tendemos a sentirnos aludidos, atacados, ofendidos, siempre de manera injusta y despropocionada. Sin embargo, lo que fundamentalmente se hiere con una crítica es el ego de las personas, a nadie le gusta que se remarque algún aspecto negativo de nuestra conducta o de nuestro trabajo. 

    En este sentido, el ego es uno de los factores que nos pueden conducir a tomar las decisiones más equivocadas y erróneas. Además esto es un riesgo que se agudiza de forma peligrosa cuando tenemos una posición de gestor de equipo,

  • Cuando hablamos de gestionar lo que importa, debemos centrar nuestra mirada en aspectos que directamente influyen sobre el paciente. En este sentido hace pocos días que escuchamos a la doctora Aiken decir: “Por cada paciente que debe atender una enfermera en cualquier turno y en cualquier país la mortalidad se incrementa un 7%. Son tasas de mortalidad evitables, sólo invirtiendo en dotación de enfermería”. En este sentido, Pérez González,(2014) ya nos advertía de los riesgos de incrementar las cargas de trabajo sin contemplar las dotaciones de las unidades de enfermería. Y esto es debido a la tendencia que existe a minimizar el impacto que tienen los cuidados de enfermería sobre la salud del paciente y sobre la seguridad de este

  • La gran mayoría de las personas mayores quieren seguir viviendo en el entorno donde residen. Así, la residencia en su domicilio habitual, se relaciona con un mayor nivel de independencia para la realización de las actividades de la vida diaria durante el proceso de envejecimiento (Chin & Quine,2012). De esta forma los profesionales y gestores del ámbito sanitario debieran no solo diseñar sus estrategias sino lo que es más importante, trabajar para conseguirlas. Y todo esto, bajo la premisa de que el mejor cuidado es el que se presta basado en el conocimiento.