• Muchos son los foros, en los que se hace insistencia de la necesidad de tener pensamientos disruptivos. La insistencia en ello se basa en la idea de cambio y en las características de esta nueva era económica y social que estamos viviendo. La flexibilidad y la adaptación son dos características que se nos piden a las personas de forma implícita o explícita.

  • La visión es el ideal del objetivo que nos planteamos a largo plazo, la forma y manera que vislumbramos para el futuro ya sea personal o profesional. Hay hechos que parecen demostrar que, para alcanzar cada uno de los objetivos necesarios hasta llegar a la culminación de la visión como hecho real, aún nos queda tiempo.

  • Es probable, que antes de hablar de lo divino y humano sobre objetivos e incentivos, sobre la manera de implementarlos o de tratarlos, debamos volver al inicio. El inicio es repensar las actuales estructuras de las muy burocratizadas organizaciones sanitarias. Debiéramos comenzar por plantear organizaciones sanitarias perfectamente definidas en cuanto a la conformación de sus puestos de trabajo y las competencias necesarias para ocuparlos. Con esto no queremos decir, que muchos de los puestos deban ser ocupados por especialistas ni todo lo contrario.

  • Todos los procesos a implantar siguen un ritmo y un desarrollo lógico. Lógico como muchas veces hemos mencionado siguiendo la teoría general de los sistemas, donde todo está interconexionado con una especial manera de discurrir.

  • “El único cambio  imposible de realizar,  es el que uno mismo  no quiere hacer” El cambio, la gestión del cambio, la introducción de nuevos procesos es uno de los caballos de batalla de todo tipo de empresas incluidas las sanitarias. En las organizaciones sanitarias, ya hemos comentado en otras ocasiones además se da la paradoja […]