El gestor sanitario debe jugar un rol como agente de cambio. Como agentes de cambio debemos adaptar nuestro liderazgo a cada una de las fases de la curva del cambio y especialmente a los momentos en los que se encuentre cada persona.
La curva del cambio es un modelo esencial para entender y saber gestionar el proceso de cambio en las organizaciones sanitarias. En todos los cambios pasamos por cuatro etapas El shock o negación es la primera reacción ante un cambio, nuestros colaboradores estarán en shock y a continuación es posible que se nieguen que el cambio esté sucediendo
Las organizaciones sanitarias desarrollan su actividad en un entorno que ha variado considerablemente fruto del cambio que se ha producido en el perfil de pacientes que acuden a los centros sanitarios y de las demandas y necesidades que presentan.
Ante esta situación las organizaciones sanitarias tienen que dar respuesta a estas demandas. Así ante la exposición a un ambiente cambiante al que deben ser capaces de adaptarse, deben realizar irremediablemente cambios en su proceder y en su estructura.
En un mundo eminentemente emocional, el estudio analiza las redes participadas por los profesionales y las relaciones de liderazgo ostentadas en ellas. Los profesionales intervinientes en el proceso salud-enfermedad se configuran como subredes diferentes de trabajo con nexos de unión entre ellas sin que parezca existir un sentimiento global de equipo
No hace falta mirar hacia demasiados sitios para darnos cuenta de que estos son tiempos de cambio, en la estructura social, política, económica y sanitaria. La asistencia sanitaria acompañada de la escasez de recursos y la aparición de nuevas necesidades, provoca que las personas destinadas a liderar los equipos de trabajo deban desarrollar conocimientos, habilidades y capacidades que les hagan conducir a sus equipos de trabajo por la dirección adecuada este tiempo incierto.