1. Realizar un proceso formativo y de conocimiento de la filosofía de la Dirección por Objetivos a todas las partes implicadas de la organización.
  2. Proporcionar a cada parte los recursos (humanos y materiales) necesarios para planificar y ejecutar los objetivos en cada unidad, área y organización al completo. En este punto se produce el reporte de los problemas previstos a los que se enfrentarán en la ejecución.

 

  1. Cada una de las distintas partes de las que se compone la organización debe reconocerse la naturaleza de cada una de sus funciones y necesidades. De esta forma, se establece una red de interrelaciones funcionales con otras unidades y áreas en el marco de las necesidades, objetivos, políticas y estrategias.
  2. Los objetivos establecidos deben ser clarificables por los distintos indicadores para conocer el logro y las desviaciones producidas.

 

  1. Establecer objetivos, realistas a la situación de la organización y alcanzables con los recursos de los que dispone o puede acceder la organización.
  2. Establecer el tiempo y los plazos para la consecución de cada objetivo. Los tiempos deben ser establecidos acorde a las posibilidades de la organización y sus equipos, además de acorde con las necesidades de la organización en la consecución de los mismos.
  1. Establecer los objetivos de forma integrada, es decir, los inferiores siempre tienen que estar subordinados a la consecución de los objetivos superiores para la mejor eficiencia de la estrategia de la organización.
  2. Cada uno de los miembros y equipos de la organización tienen que conocer y estar dispuestos a modificar los objetivos siempre que las situaciones y circunstancias lo precisen. Dotar de la flexibilidad necesaria a la organización como principal clave.
  1. La evaluación y revisión de los objetivos debe estar claramente definida a priori para obtener los mejores resultados posibles. Así, se consigue que el rediseño de los objetivos sea más eficiente.
  2. La Dirección por Objetivos debe ser vista de una manera multifuncional y flexible, no como una manera rígida y estandarizada de dirigir la organización.
  3. La Dirección por Objetivos debe ser vista como una de las funciones que lleva a cabo la alta dirección de la organización sanitaria. Este sistema organizativo lleva adelante una de las funciones, aunque sí que el resto de las actividades y estrategias tienen una íntima relación y no se desarrollan sin la contemplación de esta.