La Dirección por Objetivos, como venimos diciendo, consiste en el despliegue de una estrategia que persigue la optimización de cada una de las funciones y tareas que se desarrollan en la organización. Enfoca a la organización sanitaria hacia sus metas. Estas metas, son definidas y trasmitidas desde la dirección de la organización hacia cada uno de los equipos que componen la organización para su mejor entendimiento y consecución, mediante el mejor cumplimiento de las metas y cada una de las actividades propias de cada equipo de trabajo.

La Dirección por Objetivos puede ser implantada en distintos niveles:
En un nivel. Es el estilo de organización por objetivos se inicia a nivel de la alta dirección y en periodos de tiempo no superiores a un año va siendo implantada en otro nivel de la organización.
A nivel de departamento. Se desarrolla siguiendo este esquema en un área concreta de la organización sanitaria, de forma que podría ser considerada como una especie de proyecto piloto. Al igual que lo descrito anteriormente, en periodos no superiores a un año, la Dirección por Objetivos iría desplegándose a otra de las áreas de la organización. En este segundo despliegue y sucesivos, se emplea la experiencia que va desarrollando en despliegues anteriores.
Toda la organización. En este formato, la Dirección por Objetivos se despliega a todas las áreas y equipos funcionales de la organización en un solo paso. Se produce la implantación al mismo tiempo, por lo que los responsables de cada una de las áreas y equipos participan del despliegue multinivel. Bajo este estilo de organización y despliegue es necesario un periodo formativo previo que facilite el posterior despliegue sin grandes desviaciones por áreas o unidades funcionales.
De esta forma, las etapas que podemos identificar son:
Primero. Establecimiento de los objetivos por parte de la alta dirección de la organización sanitaria.
Segundo. Establecimiento de los objetivos por parte de los responsables de cada una de las áreas de la organización. Estos objetivos se desarrollan dentro del marco de referencia en que se constituyen los objetivos fijados por la alta dirección.
Tercero. Fijación de los objetivos correspondientes a cada una de los equipos funcionales.

Cuarto. Debate y acuerdo entre la alta dirección y los responsables de área y funcional de los objetivos correspondiente a cada nivel. También se establece la relación jerárquica de cada uno de los objetivos y su cumplimiento en las unidades organizativas.
Quinto. Elaboración de los indicadores para la medición del desempeño de las funciones y el cumplimiento de los objetivos.
Sexto. Establecimiento del sistema de incentivos en función de los niveles alcanzados en el cumplimiento de los objetivos.

Séptimo. Evaluación del progreso y cumplimentación de los objetivos fijados. Establecimiento de la eficiencia directiva y organizativa lograda a través del avance de los objetivos fijados.
Octavo. Establecimiento de las medidas correctoras una vez comprobadas las desviaciones con respecto a lo establecido. Descripción de como afectan al resto de los equipos, áreas y la organización las desviaciones con respecto a los objetivos fijados, de los distintos equipos.
Noveno. Retroalimentación de lo conseguido a la organización e inicio de un nuevo ciclo de dirección por objetivos.
