Mantener unas buenas relaciones internas con el equipo de trabajo implica un trato justo a todos y cada uno de los miembros del equipo. Las organizaciones sanitarias en el momento actual deben contar con una estrategia adecuada de rrhh para conseguir relaciones internas constructivas y satisfactorias.
Una de las piezas angulares para la construcción de buenas relaciones internas consiste en el establecimiento de una buena
comunicación capaz de evitar o paliar los problemas relacionados con la propia forma de compartir el trabajo.
Para ello, necesitaremos el establecimiento de un canal de comunicación con garantía de acceso a la información importante, a la vez que facilita la expresión de las ideas y sentimientos. Cuando todas las partes del proceso comunicativo conocen sus posibilidades y limitaciones, terminarán por generar menores malentendidos y roces en sus relaciones.
En este sentido podemos decir, que existen dos tipos de comunicaciones: las que nos van a hablar sobre la propia actividad de los profesionales y la relativa al mundo de las relaciones y sentimientos.
La comunicación que puede ser catalogada de sentimientos son todas las respuestas que se producen desde el mundo de lo emocional a todas las decisiones que se van tomando por parte de los gestores sanitarios, o también, por parte de otros miembros del equipo.
Una organización sanitaria debe ser especialmente cuidadosa a la comunicación de los sentimientos. No olvidemos que el mundo sanitario vive inmerso en una profunda relación con los sentimientos humanos, lo que hace que todos los profesionales.
sanitarios sean especialmente sensibles a la transmisión de los planes y estrategias.
De ahí, que sea tan importante la comunicación, ya que la inadecuación al mundo de las emociones puede dar al traste con el mejor plan o la mejor estrategia. Es más, debemos añadir que una parte de la comunicación sanitaria debe producirse de manera verbal a pesar de que esta pueda desarrollarse de manera electrónica o por otros medios.
Una buena estrategia de comunicación incluye una serie de facilitadores de la comunicación para permitir la comunicación tanto hacia arriba como hacia abajo.
La comunicación hacia abajo va a facilitar que los planes y estrategias se puedan a aplicar y puedan influir sobre el comportamiento de los profesionales sanitarios. La comunicación hacia arriba permite a los profesionales transmitir el sentir del nivel asistencial al equipo directivo. No olvidemos que esta es tan importante o más que la comunicación hacia abajo, dado que será la que permita al gestor sanitario recibir el feedback.