Cuando hablamos de gestionar lo que importa, debemos centrar nuestra mirada en aspectos que directamente influyen sobre el paciente. En este sentido hace pocos días que escuchamos a la doctora Aiken decir: “Por cada paciente que debe atender una enfermera en cualquier turno y en cualquier país la mortalidad se incrementa un 7%. Son tasas de mortalidad evitables, sólo invirtiendo en dotación de enfermería”. En este sentido, Pérez González,(2014) ya nos advertía de los riesgos de incrementar las cargas de trabajo sin contemplar las dotaciones de las unidades de enfermería. Y esto es debido a la tendencia que existe a minimizar el impacto que tienen los cuidados de enfermería sobre la salud del paciente y sobre la seguridad de este